Inicio

Reino Bluwak

Bienvenido al Reino unido Bluwak Costa Rica

Reinado Indígena Tradicional, pueblos originarios de Costa Rica

Los pueblos originarios de la región que hoy Talamanca en Costa Rica, se rigieron por un sistema de monarquía autóctona que fue reconocida por gobierno de Costa Rica mediante decreto ejecutivo en la década de 1860. Esta forma de gobierno imperó en la zona hasta el año 1910, cuando muere asesinado el Rey Antonio Saldaña y su sucesor inmediato, su sobrino José.

Algunos han debatido sobre si realmente existía un reinado indígena en Costa Rica y cuestionan que no existe una palabra en el idioma autóctono para describir tal hecho. Sin embargo, tal argumento no es válido porque, de hecho, sí existió una casta real, una familia real con derecho al trono que estaba definido en la misma cosmovisión del pueblo Bribri – Cabécar.

 

En la cosmovisión de estos pueblos, Sibö, el Supremo Creador, Dios; creo a los hombres a partir de la semilla del maíz, menos a un clan, al que se llamó Salwak. Este clan sería el clan que gobernara a los pueblos. Por esta razón ninguna persona que pertenezca a otro clan podrá gobernar porque no ha sido designado por Sibö. El Awá, Lizandro Méndez, curandero de Cachabri, Talamanca lo relata así: “Sibö-Dios, nos dejó leyes y tradiciones que hemos mantenido por muchos años y yo no puedo ser rey porque soy del clan awapa, de los curanderos y no de los blupawak. Eso fue creado así por Sibö y yo lo respeto”.

El Awá Lizandro hace referencia a los Blupawak, que son la familia real, poderosa, que pertenece al clan Salwak y que son los únicos que pueden ser llamados reyes y que pueden ser bendecidos por el clan sacerdotal del Usekla en su cargo como reyes.

El derecho al trono se hereda por vía materna por lo que, si el cargo es ocupado por un varón, el heredero será el hijo o hija de su hermana mayor. Tal es la costumbre y la tradición que se ha mantenido por cientos de años.

La Reina Blu Ana Maura

En la actualidad el reinado ha sido reivindicado y ocupa el cargo, Blu Ana Maura, conforme a la tradición, cumpliendo con cada uno y todos los requisitos culturales y espirituales que son necesarios. Ella es la legítima heredera por linaje de la familia real, perteneciendo al clan Salwak de los gobernantes; siendo de la familia directa del Rey Antonio Saldaña y por tanto parte de los Blupawak; además, conforme a la tradición ancestral cuenta con la bendición del sacerdote espiritual designado por Sibö como su representante en la tierra, los Usekör.

La estructura ejecutiva del Reino Bluwak que estableció la Reina, Blu Ana Maura, está compuesta por los Concejos de Mayores de las comunidades indígenas y sus representantes. Éstos administran cada territorio indígena bajo el derecho consuetudinario y bajo los lineamientos de la espiritualidad propia indígena y su cosmovisión.

El derecho consuetudinario es ético y moral, no permite violentar el derecho individual ni colectivo, no es egoísta menos individualista; ve su territorio ancestral como un todo, no de manera segregada. Las fronteras se anulan ya que el pensamiento y el fundamento es integral, holístico, cuántico, es armónico con la naturaleza; es una cadena y eslabón de interrelaciones con los ecosistemas; percibe al ser humano con mucho respeto; no permite la discriminación, no es excluyente, es inclusiva; su norma y base es conservadora de lo natural, así como en un principio; no puede desviarse de su sistema canónico de preceptos, es tolerante pero no admite criterios fuera de la costumbre y tradición ancestral; sin
embargo, su actuar es ético y de altos valores espirituales en Dios, Sibö, Supremo Creador.

La estructura ejecutiva del Reino Bluwak que estableció la Reina, Blu Ana Maura, está compuesta por los Concejos de Mayores de las comunidades indígenas y sus representantes. Éstos administran cada territorio indígena bajo el derecho consuetudinario
y bajo los lineamientos de la espiritualidad propia indígena y su cosmovisión.

El derecho consuetudinario es ético y moral, no permite violentar el derecho individual ni colectivo, no es egoísta menos individualista; ve su territorio ancestral como un todo, no de manera segregada. Las fronteras se anulan ya que el pensamiento y el fundamento es integral, holístico, cuántico, es armónico con la naturaleza; es una cadena y eslabón de interrelaciones con los ecosistemas; percibe al ser humano con mucho respeto; no permite la discriminación, no es excluyente, es inclusiva; su norma y base es conservadora de lo natural, así como en un principio; no puede desviarse de su sistema canónico de preceptos, es tolerante pero no admite criterios fuera de la costumbre y tradición ancestral; sin
embargo, su actuar es ético y de altos valores espirituales en Dios, Sibö, Supremo Creador.